Cuando la impresión por sublimación de rollo a rollo va mal, es una situación de alto estrés. El material desperdiciado, los plazos perdidos y el dinero perdido se acumulan rápidamente.
Aquí hay una guía estructurada, paso a paso sobre qué hacer, pasando de acciones inmediatas a la solución de problemas sistemática.
Fase 1: "Triage" Inmediato - Detener la Hemorragia
1. Detener la impresión: El primer y más importante paso. No continúe pasando material por la impresora si la salida es mala. Solo está desperdiciando papel de sublimación y tinta costosos.
2. Inspeccionar la última buena impresión: Compara la impresión mala actual con la última impresión buena conocida del mismo archivo. Este simple acto a menudo puede decirte si es un problema nuevo (como un atasco repentino) o uno que se ha estado desarrollando con el tiempo (como un desvío gradual de color).
3. Ejecutar un ciclo de limpieza de cabezal de impresión de verificación de boquilla: Esta es su herramienta de diagnóstico más valiosa.
- Ejecute un patrón de verificación de boquilla desde el menú de mantenimiento de su impresora.
- Analizar el patrón: ¿Faltan líneas? ¿Está completamente ausente o severamente rayada un color específico (C, M, Y, K, Lc, Lm)? Esto te dirá de inmediato si tienes un cabezal de impresión obstruido, que es uno de los problemas más comunes.
Fase 2: Solución de problemas sistemática - Encontrar la causa raíz
Los problemas típicamente caen en cuatro categorías: Impresora/Tinta, Papel, Archivo de Diseño o Prensa Térmica.
A. Problemas de impresora y tinta (Los culpables más comunes)
1. Obstrucciones/Rayas en el Cabezal de Impresión:
- Síntoma: Líneas blancas, colores faltantes o salida tenue en la verificación de boquillas.
- Solución: Realice un ciclo de limpieza ligero. Si eso no funciona, realice una limpieza media o potente. ESPERE 5-10 minutos entre limpiezas potentes para evitar el sobrecalentamiento del cabezal de impresión y dañar los elementos piezoeléctricos. Las limpiezas potentes desperdician mucha tinta, así que úselas con prudencia.
- Prevención: Imprima un pequeño patrón de verificación de boquillas todos los días, incluso si no está utilizando la impresora. "Disparar" las boquillas a diario evita que la tinta se seque en ellas.
2. Problemas de suministro de tinta:
- Síntoma: Un color está completamente ausente, incluso después de las limpiezas.
- Solución: Verifique que los cartuchos de tinta o el sistema de tinta a granel (CISS) no estén vacíos. Asegúrese de que todos los sellos herméticos estén intactos en un CISS. Verifique y elimine cualquier torcedura en las líneas de tinta. Prime las líneas si su sistema lo permite.
3. Problema de perfil ICC / gestión del color:
- Síntoma: Los colores están desfasados (por ejemplo, el rojo se ve naranja, el azul se ve púrpura), pero la impresión es nítida y no hay rayas.
- Solución: Asegúrate de seleccionar el perfil ICC correcto para tu combinación específica de impresora + tinta + papel en tu software de diseño (software RIP o Photoshop/Illustrator). Imprimir con el perfil incorrecto es una forma garantizada de obtener colores incorrectos. Recalibra tu sistema si es necesario.
4. Calidad de tinta baja o tinta incorrecta:
- Síntoma: Los colores son apagados, no se transfieren de manera vibrante, o la tinta se agrupa en el papel.
- Solución: Siempre use tintas de alta calidad, genuinas o de terceros de buena reputación diseñadas para su modelo de impresora específico. Nunca deje que la tinta se asiente durante años; puede degradarse.
B. Problemas con el Papel de Sublimación
1. Impresión en el lado incorrecto:
- Síntoma: La tinta se emborrona fácilmente al tocarla y se transfiere mal.
- Solución: El papel de sublimación tiene un lado recubierto diseñado para retener la tinta. Asegúrate de estar imprimiendo en el lado recubierto correcto. (Un truco simple: humedece ligeramente tu dedo y toca cada lado; el lado recubierto se sentirá ligeramente pegajoso).
2. Papel de baja calidad o viejo:
- Síntoma: La tinta se difumina en el papel, lo que resulta en impresiones borrosas y pérdida de detalle.
- Solución: Utilice papel fresco y de alta calidad de un proveedor de buena reputación. El papel viejo o dañado por la humedad no funcionará bien.
3. Manejo del papel y humedad:
- Síntoma: Atascos de papel, curvatura o mala absorción de tinta.
- Solución: Almacene el papel en un lugar fresco y seco. El papel de sublimación es muy sensible a la humedad. La alta humedad puede hacer que el papel se deforme y evitar que la tinta se seque correctamente, lo que provoca manchas.
C. Problemas de Diseño y Software
1. Archivo de baja resolución:
- Síntoma: La impresión está pixelada o borrosa.
- Solución: Siempre utiliza archivos fuente de alta resolución (idealmente 300 DPI al tamaño final de impresión). No puedes arreglar una imagen de baja resolución aumentando el DPI en Photoshop.
2. Modo de Color Incorrecto:
- Síntoma: Los colores están completamente desfasados.
- Solución: Asegúrate de que tu archivo de diseño esté en modo CMYK, no RGB. Tu monitor utiliza RGB, pero tu impresora utiliza CMYK. El software RIP se encargará de la conversión, pero comenzar en CMYK te da más control.
D. Problemas con la Prensa Térmica (Si el problema es la transferencia)
Incluso una impresión perfecta puede arruinarse por una mala prensa.
- Temperatura: Demasiado baja, y la tinta no se gasificará; demasiado alta, y quemará/chamuscara la tela o el tinte. Utiliza un termómetro infrarrojo para verificar la temperatura real de tu plancha. No confíes en el dial.
- Tiempo: No lo suficientemente largo para una transferencia completa; demasiado largo y corres el riesgo de quemar.
- Presión: No suficiente presión resultará en una transferencia débil y irregular. Demasiada puede causar "fantasmas" o marcas en la tela.
- Contacto: La impresión y la tela deben estar en perfecto contacto. Cualquier arruga o movimiento causará borrosidad.
Fase 3: Prevención y Mantenimiento a Largo Plazo
Para evitar futuras crisis de "malas impresiones":
1. Mantenimiento diario estricto: Haz que la verificación de la boquilla sea parte de tu rutina diaria de inicio.
2. Consumibles: Mantente con una marca confiable de tinta y papel. No cambies sin recalibrar tus perfiles.
3. Entorno: Controla el entorno. Mantén tu impresora en una habitación estable, limpia y con baja humedad. El polvo es el enemigo de las cabezas de impresión.
4. Perfilado: Invierte en un perfil ICC personalizado para tu combinación específica de impresora, tinta y papel. Es lo mejor que puedes hacer por la precisión del color.
5. Mantén un registro: Anota cuándo ocurren los problemas, qué cambiaste y cuál fue la solución. Esto es invaluable para diagnosticar problemas recurrentes.
Resumen: Comience con la verificación de la boquilla. Esto le indicará inmediatamente si hay un problema con la tinta/cabezal de impresión o un problema de color/software. A partir de ahí, trabaje a través de la lista de verificación de manera metódica. Buena suerte.